miércoles, 25 de febrero de 2015

CORAL HERRERA GÓMEZ



Lo romántico es político

Ningún amor es ilegal

Otras formas de quererse son posibles



¿Quiénes son las señoras que dejan de sufrir por amor?

Son mujeres diversas en todo sentido que habitan en muchos países del mundo, que mediante un blog se han conectado, porque tienen un objetivo en común: Quieren desaprender lo aprendido acerca del amor, acerca de los cuentos que nos cuentan, quieren amar sin miedos, sin dolor. Desean mejorar y transformar sus vidas. Quieren construir amor del bueno, que tenga buen trato y así sentir alegría de vivir. Quieren hacer todo eso sin sentirse juzgadas, donde se expresan con libertad, cuentan sus más íntimos secretos, comparten lo que viven y han vivido, se cuestionan para conocer más sobre el tema, se desahogan, y de esa forma aportan a la construcción de otras formas de querer, que les permita sufrir menos y disfrutar más el amor.



Menos guerras románticas y más amor, por favor

Vivimos en un mundo en guerra permanente, pero dicen que las peores guerras son las románticas: construimos el amor en base al egoísmo y el interés propio, las luchas de poder, y la asociación de amor y sufrimiento.
Donde tiene que existir una “prueba de amor “, donde nos dicen que “los que más se pelean, más se desean”, “quien bien te quiere, te hará llorar”, y “del amor al odio hay un paso” (y por tanto no tiene nada de extraño estar un día en un extremo, y al día siguiente en el otro).

En el cine y las telenovelas, en general, las parejas y ex parejas se tratan fatal (con gritos, bofetones, lanzamiento de objetos,  acusaciones, amenazas, reproches, insultos, humillaciones variadas, comentarios despreciativos, chantajes, acusaciones fundadas e infundadas…), pero la mayor parte de sus peleas a muerte acaban en reconciliaciones.

Las parejas se estancan en círculos viciosos.

Nuestro amor romántico es una mezcla de sufrimiento masoquista, sadismo gozoso, promesas y felicidad.


Anhelamos que el amor nos haga felices pero también hemos interiorizado que para amar de verdad hay que sufrir mucho. Por eso en lugar de horrorizarnos, nos conmueve ver a la gente que sufre por amor, que enloquece, que destroza su vida o las vidas ajenas. No nos paramos a pensar en la dimensión política, económica y social de estos romanticismos violentos que asolan nuestras relaciones humanas.


domingo, 22 de febrero de 2015

INFLUENCIA SOCIAL: RESUMEN Y COMENTARIO

RESUMEN

INFLUENCIA SOCIAL

La influencia social se ha definido como el proceso mediante el cual la conducta de una persona tiene el efecto o la intención de cambiar la forma en la que otra persona se comporta, siente o piensa sobre un determinado estímulo.
La influencia abarca los tres aspectos fundamentales de la psicología humana: pensamientos, sentimientos y conductas.

Mediante los procesos de influencia el entorno que nos rodea moldea nuestra forma de pensar, sentir y actuar y, a la vez, mediante dichos procesos de influencia podemos nosotros generar cambios en nuestro entorno social. En la interacción social unas veces seremos el agente que influye en los demás y en otras ocasiones seremos el destino de su influencia.






Según Deutsch y Gerard consideraron que había dos tipos fundamentales de influencia: informativa y normativa.

La influencia informativa es la tendencia a observar a los demás para adquirir una visión adecuada de nuestro entorno, este tipo de influencia es más probable que ocurra en situaciones de incertidumbre cuando no sabemos cómo comportarnos, pensar o sentir.
La influencia normativa hace referencia a aquellas situaciones en que las personas aceptan las normas y expectativas aprobadas por el contexto social en el que se desenvuelven, unas veces para evitar el rechazo social o castigo, y otras, para obtener la evaluación positiva o aprobación de los demás.


                       
NORMAS SOCIALES    

Han sido consideradas en psicología social la consecuencia más palpable de la influencia grupal. Todos aquellos estándares de conducta que ocurren como consecuencia del contacto entre individuos. Las normas sociales son reglas y pautas asumidas por los miembros de un grupo y que guían y dirigen su comportamiento. Estas normas surgen de la interacción con los demás y pueden incluir expectativas sociales sobre el comportamiento, expectativas sobre el valor que otros otorgan a dicho comportamiento, nuestras propias expectativas y las normas que adquirimos al observar la conducta de los demás.

Las normas sociales nos ayudan a comportarnos de manera afectiva, a iniciar y mantener relaciones con los demás y al desarrollo de nuestro propio auto concepto.



NORMALIZACIÓN Y CONFORMISMO

 Las consecuencias de la influencia, no todos los cambios que experimentamos en nuestra forma de pensar, sentir o actuar como consecuencia de exponernos a los que otros piensan, sienten o hacen son iguales.
Tres grandes tipos de influencia: normalización, conformismo y conversión.

La normalización sería el proceso de influencia recíproca cuando ninguna de las partes que interactúa posee un juicio, norma o marco de referencia previo en la relación con el estímulo. Ante una situación nueva, el individuo fluctuaría inicialmente en sus juicios, pero finalmente elaboraría una norma que les diese estabilidad.

El segundo tipo de influencia es la conformidad o conformismo que ocurre cuando un individuo, a pesar de poseer un juicio, opinión o marco de referencia respecto a la realidad, lo modifica como consecuencia de la presión real o simbólica que los demás ejercen sobre él y se comporta de manera diferente de cómo lo haría en solitario. 

Un tercer tipo de influencia sería la innovación, que hace referencia al proceso de creación de nuevas formas que reemplacen a otras existentes. Este tipo de influencia se denomina más comúnmente influencia minoritaria, pues aunque la persona o personas que discrepan están en minoría, no se limitan a mantener una posición pasiva, aceptando la influencia que ejerce sobre ellas una mayoría, sino que pueden llegar a cambiar el statu quo, rompiendo el consenso de la mayoría mediante la generación de un conflicto y posibilitando así la aparición de nuevas normas.



INFLUENCIA MINORITARIA

Parece que la minoría, o el individuo que discrepa de los demás, solo tuviera como alternativas o bien adaptarse a la mayoría o bien sufrir su rechazo. Como la mayoría han logrado influir sobre estas, cambiando el curso de la historia.

INFLUENCIA E IDENTIDAD GRUPAL

Dicha importancia grupal queda claramente manifiesta en la explicación de la influencia proporcionada por las teorías de la identidad social y de la categorización del yo que se centran en las identidades sociales de la fuente de influencia y de su destinatario.
Según la teoría de la identidad social cuando la gente se categoriza como miembro de un grupo, dicho grupo sirve como referencia para la comparación social, y las personas tienden a adoptar las actitudes y creencias prototípicas del endogrupo como si fueran propias. 

TÁCTICAS DE INFLUENCIA

Se trata sencillamente de analizar de qué depende que una persona acceda o no a una petición realizada por otra persona.
Sus mecanismos básicos son: sanción social, compromiso y coherencia, atracción y autoridad, reciprocidad y escasez.




-       Sanción o comprobación social

Una forma en la que se puede influenciar en los demás consiste en mostrarles como los pensamientos, sentimientos y conductas que queremos que realicen ya hay otras personas que lo están realizando. 

Utilizamos las creencias, actitudes y comportamientos de los demás como criterios de comparación respecto a los cuales las personas establecen el grado de acierto de sus pensamientos, actitudes y acciones.
La sanción social vale para una amplia gama de comportamientos.
La fuerza y la forma en la que actúa la sanción social parecen variar de unas culturas a otras.
Una táctica que se aprovecha de la fuerza psicológica de la comprobación social es la conocida como técnica de la lista.

-       Compromiso y coherencia

Otro mecanismo muy importante de influencia descansa en conseguir que la persona objeto de influencia se comprometa con alguna acción o pensamiento, pues, una vez que la persona se ha comprometido, es probable que actúe de forma coherente con ese compromiso. La coherencia es una característica muy valorada socialmente que se asocia a otros rasgos como ser lógico, racional y estable y tiene un carácter funcional y adaptativo para el ser humano.  

Se han identificado varias estrategias de influencia específicas que descansen en la fuerza psicológica del compromiso y de la coherencia siendo los más importantes:

a)         Pie en la puerta: Las investigaciones han mostrado que compromisos iniciales triviales, consistentes en realizar un comportamiento poco costoso, nada problemático y en un contexto de libre elección, pueden aumentar nuestra predisposición a atender no sólo peticiones similares de mayor envergadura, sino también una diversidad de favores importantes relacionados sólo remotamente con el pequeño favor inicial.

b)         Compromiso encubierto (tirando por lo bajo): Es otra técnica basada en la coherencia y el compromiso, se trata de hacer que una persona se comprometa con una acción y una vez que lo han hecho, incrementar los costes que tiene el desempeño que tiene la acción.


c)      Legitimación de favores insignificantes (con un penique es suficiente). También basándose en la fuerza del comportamiento y de la coherencia, la legitimación de favores pequeños o insignificantes consiste en hacer una petición muy pequeña presentando esa respuesta mínima como algo importante a pesar de lo insignificante que puede resultar.

-       Poder o autoridad y atractivo

En ciertas circunstancias, las personas resultamos influenciadas en virtud de determinadas características que posee la fuente de influencia, como es su poder o autoridad. 

La autoridad puede definirse como la capacidad de influir sobre los demás basadas en las normas sociales, tradiciones, valores y reglas que indican que se tiene derecho a dicho poder y control. En el proceso de socialización se inculca que hay que obedecer a las personas con autoridad.

Otra regla básica de la influencia es que resulta mucho más probable que las personas accedamos a peticiones o nos dejemos influir por aquellos que nos atraen o consideramos como nuestros amigos.

-       Reciprocidad e intercambio

La reciprocidad es una de las normas más elementales sobre las que se basa el funcionamiento de las relaciones interpersonales y las sociedades humanas.
La reciprocidad consiste en tratar a los demás como ellos nos tratan. Tiene una importante función social y es bastante poderosa; tiene mayor intensidad que otras fuerzas psicológicas.

-       Escasez

Consiste sencillamente en que las alternativas parecen de mayor valor cuanto más difíciles o escasas son.
La investigación psicológica ha mostrado claramente que las personas estamos más motivadas por evitar las pérdidas que por conseguir una ganancia de igual valor, especialmente en situaciones de riesgo e incertidumbre.
La eficacia de la táctica de escasez descansa en dos principios psicológicos, el primero que pone en marcha un heurístico: <<Las cosas buenas son más difíciles de conseguir que las malas. >> . El segundo es tal y como propone la teoría de la reactancia que cuanto más escasas son las posibilidades de hacer o de tener algo, más se restringe nuestra libertad, y las personas detestamos que se nos limite nuestra libertad.



COMENTARIO

Todas las personas sin excepción estamos predispuestas a  que haya una influencia social en nuestras  vidas  solo que depende de uno mismo decir  no  a  algo que no le parece  bien y que se mantiene  con su ideales sin cambiarlos porque alguien le hizo  algún otro  comentario.

 Debemos aprender a vivir con nuestras  propias costumbres y valores inculcados por nuestra familia, pero también cabe  rescatar que  muchas  veces la influencia social puede ser beneficio para una persona y pueda cambiar su vida de alguna manera hasta su conducta.






martes, 17 de febrero de 2015

PERSPECTVA INTERSECCIONAL Y DIVERSIDAD FUNCIONAL







ENTREVISTA A RAQUEL "LUCAS" PLATERO


Raquel Platero (Lucas) desde su perspectiva define a la Interseccionalidad como una “maraña”, es decir, presupone la complejidad que implica la propia noción de identidad. Rompe la lógica lineal, y sobre todo, es tridimensional, necesitan salir un poco del pensamiento binario . Todo no es blanco o negro, gitano o payo. Sino que a veces las formas de entender la identidad están construidas unas sobre otras, y a través otras. Las personas, las relaciones y los problemas sociales pueden entenderse bajo la forma de una maraña. Nos aporta una mirada poliédrica necesaria para acercarnos a procesos que no son unívocos, nunca hay una sola razón que constituya un problema.

Según las teorías de la Interseccionalidad, nos hablan de Interseccionalidad como un “cruce de caminos” y estos caminos son múltiples elementos, como la  clase social, la raza, el género, etc. La sociedad se pasa etiquetando a nuestro prójimo, si eres hombre o mujer, si eres alto o bajo, etc., si mencionamos todas las etiquetas por las cuales nos identificamos, no acabaríamos de redactar nuestro resumen nunca; en la entrevista lo menciona, que todo sujeto encarna todas estas características, que le dan forma y entidad.


También nos habla de la clase social, que tanto influye en la Interseccionalidad de género, si nos damos cuenta no se encarna igual un hombre o una mujer, no es lo mismo una diversidad funcional atravesada por la clase social y precaria. Es decir, pensar en la diversidad funcional con independencia de la clase social es absurdo, y también con independencia de género, porque una tiene mucho que ver con las otras.



Por otro lado cuando hablamos de género, también hablamos de identidad, es una ficción que construimos para entendernos, para ser inteligibles en un entorno determinado, pero la identidad está construida de consensos sociales, donde en realidad muy pocas personas saturan totalmente como entendemos esa identidad, en cada una de las características que entendemos como normas. Convivimos con la fantasía de unas normas hegemónicas que casi nadie cumple en su totalidad.


COMENTARIO

En la entrevista que se le hace a a Raquel Lucas Platero, se extrae su incomodidad por la discriminación que nosotros hacemos a las personas con distintas tendencias sexuales, que la vemos como raras, y no las aceptamos solo porque pensamos que ellos están haciendo algo mal, o algo incorrecto, olvidándonos de que ellos como personas también tienen una identidad, y que con nuestro desacuerdo la saben enfrentar, y la quieres dar a respetar. Son tres las variables que suceden tradicionalmente en nuestra época, la raza, género y condición social. Tomándolo como un conflicto en la sociedad, desde el punto de vista de la doble, triple o cuádruple opresión o discriminación. Nosotros hablamos a diario, de la exclusión y de la desigualdad, pero no tomamos en cuenta el privilegio. Es como si todo el tiempo renegáramos de nuestra vida o del otro, sin ver que podemos darle la vuelta a esos problemas, enfocándonos más en las cosas buenas que pasan en la sociedad, y respetando más al otro, que así esté en la condición que se encuentre, es una persona y debe ser considerada por ello. Tomando en cuenta que las personas con contrario tendencia sexual, ya están haciendo valer sus derechos, y que los comentarios de la sociedad no están siendo considerados de su parte, es por ello, que debemos dejar de inventar neologismos.

Por  la misma sociedad en la que vivimos llena de tantos prejuicios y que establece patrones de conducta de maneras, es difícil cambiar esas costumbres, pero en opinión propia creo que cada uno de nosotros somos diferentes pero todos debemos ser tratados de la misma manera, con las mismas oportunidades, con las mismas opciones que todos los demás, esta lectura es muy interesante y cierta y con la particular me agrada la manera en que Platero plantea las cosas, él nos habla de que la a veces nos dejamos llegar por una inercia  cultural, pero debemos ser nosotros el tomar el primer paso  y dejar de excluir o menospreciar a otras personas ya sea por su clase social, la opción sexual que haya decidido tomar o por último la manera en la que lleva su vida.


Concuerdo con el autor en cuanto a que a la larga hemos distorsionado demasiados términos dirigidos a personas “diferentes” Somos tan ágiles en sobreponer sobrenombres a los demás, que nos olvidamos que somos nosotros, quienes también pertenecemos a esa misma multitud  que perdemos identidad al romper reglas y normas supuestamente establecidas pero que, fingimos adaptamos de acuerdo al contexto social para no desentonar.

SEXO, GÉNERO PODER, VIOLENCIA DE GÉNERO Y MASCULINIDADES


Sexo, género y masculinidad son conceptos que frecuentemente se consideran sinónimos. La masculinidad de un nuevo ser puede comenzar a construirse antes del embarazo y continúa después del nacimiento. Relaciones de género son los patrones de comportamiento en que el poder y la desigualdad favorecen al hombre y postergan a la mujer. La diferencia de poder entre género se observa, por ejemplo, en el deterioro de la salud física y mental de la mujer que resulta del trauma de la violencia doméstica. El precio de la masculinidad se refiere a la «necesidad» de someterse a situaciones violentas que puede resultar en muertes prematuras. Para llegar a la igualdad entre los géneros es necesario terminar con la separación entre los espacios masculinos y femeninos. Hace falta una mayor participación de la mujer en el espacio social y en una inserción más igualitaria del hombre en el espacio privado.

MASCULINO; FEMENINO; RELACIONES INTERPERSONALES; IDENTIDAD SEXUAL; CALIDAD DE VIDA.

La palabra masculinidad sugiere la idea de hombre y el título de este trabajo podría sugerir que vamos a referirnos solamente a los hombres, haciendo una apología de ellos o al contrario, que el objetivo es desprestigiarlos. Sin embargo, el título no excluye la feminidad, inseparable y complementaria de la masculinidad. Ni todos los hombres tienen las mismas actitudes y comportamientos definidos como masculinos, ni todas las mujeres carecen de este tipo de rasgos. Como veremos más adelante, la masculinidad parece tener una serie de ventajas, por las cuales los hombres aceptarían de buen grado cumplir los roles masculinos y las mujeres desearían adoptar por lo menos algunas de las características atribuidas a ellos.
Sin embargo, como la masculinidad, de la misma forma que la feminidad, son construcciones sociales, la adhesión de hombres y mujeres a una o a la otra dependerá de la educación que reciban en la infancia y de las influencias a que sean sometidos a lo largo de su vida. Pero nada impide que los hombres adopten algunas conductas consideradas femeninas y las mujeres conductas masculinas. Cuando esto ocurra tendrán que enfrentar conflictos de distinta gravedad, en la medida en que la sociedad en que viven acepte o rechace estos desafíos a la norma.
La aceptación o rechazo de la masculinidad, como norma que prevalece en una sociedad, tiene un impacto importante en la calidad de vida de los hombres y de las mujeres. Esto explica la necesidad de analizar cómo ella se construye y qué importancia tiene para la vida en sociedad, por ejemplo. Desde esta perspectiva, comenzamos abordando la construcción de la masculinidad, las relaciones de género y el precio de la masculinidad. Estos aspectos fueron enfocados desde una perspectiva holística, que incluyó presentar al varón como una construcción genérica, inserto en una sociedad y en constante interrelación con otras personas.
El último tema presentado es llamado “Camino hacia la democracia de las relaciones de género”. Consideramos que este es el punto crucial del trabajo, porque no solo lleva implícito propuestas de cambio que nos conduzcan a un relacionamiento menos desigual y con más equidad de oportunidades y de responsabilidades sino que también implica una re definición de los roles que el hombre y la mujer han desempeñado durante demasiado tiempo.
Finalmente, se hace necesario recordar lo que dice Mansfield (1998): que la cualidad llamada “masculinidad” puede ser elevada a la posición de virtud, en la medida que la hombría se humanice y permita en ella la participación de las mujeres. Actualmente, los varones enfrentan el dilema de cómo ser “hombres” y al mismo tiempo ser justos con las mujeres. El dilema de las mujeres es cómo hacer las cosas que los varones hacen y reafirmarse como mujeres.



SEXO, GÉNERO Y MASCULINIDAD

Se hace necesario definir sexo y género porque frecuentemente estos conceptos son considerados sinónimos. Sin embargo, se trata de categorías diferentes porque las características anatómicas determinan el sexo al cual pertenece el individuo, mientras que género es una construcción social que define lo que significa ser de un sexo o del otro en la sociedad (Careaga, 1996).
El diccionario define “sexo” como la conformación particular que distingue el macho de la hembra, en los animales y en los vegetales, atribuyéndoles un papel determinado en la procreación y otorgándoles ciertas características distintivas. El sexo es definido por las características biológicas de hombres y mujeres, tanto aquellas específicas de la anatomía y funcionamiento del aparato reproductivo femenino y masculino, como los caracteres sexuales secundarios determinados por la acción hormonal específica de cada sexo. Las personas nacen con un sexo biológico y este acaba determinando la forma como serán tratadas socialmente por los padres, la familia y por la comunidad a la que pertenecen, para llegar a ser hombres y mujeres con atributos aceptados socialmente. Este proceso varía de una sociedad a otra y también de acuerdo con el tiempo histórico en que estas personas están insertas.
Si por un lado, la biología determina las características funcionales de la reproducción de un macho y de una hembra, por otro, el ambiente y el contexto social determinan las expresiones de los comportamientos asociados a lo que se acostumbra llamar de masculinidad y de feminidad (Careaga, 1996).

Género puede ser definido como una categoría dinámica, construida socialmente, que tiene como base las diferencias sexuales biológicas. A partir de estas diferencias se determinan los papeles sociales de hombres y mujeres. El género es construido en un cuerpo que tiene un sexo definido y al que se le atribuyen características psicológicas, sociales y económicas, lo que resulta en acciones y comportamientos específicos, que casi siempre se traducen en relaciones de poder unilaterales: dominación masculina vs. Sumisión femenina (Figueroa & Liendro, 1995; Scott, 1996; Szasz, 1999).
Si reconocemos que las características de género de hombres y mujeres son una construcción social y no diferencias “naturales” legitimadas por la biología, podemos entender que género es una categoría dinámica que puede ser modificada. Esta noción de género permite colocar en jaque el discurso que afirma que las mujeres nacen con cualidades “femeninas” que determinan que tengan que desempeñar tareas domésticas y cuidar de los hijos, y que los hombres nacen con cualidades “masculinas” que presuponen habilidades para ejercer el poder en el ámbito público y doméstico.
Masculinidad, según el diccionario, es la cualidad de masculino, que incluye la virilidad y el ser varonil, enérgico, fuerte y macho. Se observa que la masculinidad se basa en valores físicos que posteriormente se transforman en valores morales. Además, la masculinidad se ha sexualizado y es tratada como sinónimo de virilidad (Barbosa, 1998). La sexualización de la palabra masculinidad y sus representaciones simbólicas están asociadas al falo y a los comportamientos resultantes del hecho de poseerlo y de dar pruebas de su funcionamiento (Parker, 1991). Para muchos hombres, la masculinidad está relacionada con la geometría del órgano sexual masculino. Este se usa como instrumento para medir la virilidad y representa la masculinidad (Barbosa, 1998).



MASCULINIDAD

Por masculinidad se entiende una serie de significados de orden social que son cambiantes y se van construyendo de acuerdo a las necesidades y también por la interacción de "unos con otros ". 

Hay componentes biológicos que pueden influir de alguna manera, pero esto es en muy pocos de los casos en donde la testosterona se encuentra elevada y con ella se acentúan más los rasgos de agresividad. 
También en lo referente a la virilidad está en constantes cambios de acuerdo al contexto histórico, cultural, social, económico. Y otros más. 

No todas las masculinidades y virilidades son creadas iguales, hay diferencias de un individuo a otro aunque cumplan con muchas similitudes sociales. Por lo que frecuentemente escuchamos "Todos los hombres son iguales" o bien, "hombre tenía que ser". 

Las características que comparten el concepto de virilidad son los siguientes: 

-          Los varones masculinos tienen que ser lo suficientemente diferentes a las mujeres. 
-          Los hombres masculinos son exitosos, con poder social. 
-          Los hombres masculinos deben ser calmados, confiables y tener todo bajo control. 
-          Los hombres masculinos deben ser agresivos, decisivos, temerarios.

Los hombres tratan de demostrar constantemente su virilidad y masculinidad a través de actos que se alejen de lo femenino, dicha demostración es constante durante todo el día y toda la vida. En ocasiones el indicador más evidente de virilidad es la agresividad o la violencia, ejerciendo ésta con quien esté enfrente para ser catalogado como viril, y con esto ha hecho que se creen una serie de actitudes y de cercos delimitando lo masculino como diferencia de lo femenino y no con atributos propios y valiosos. 

El aprendizaje social y cultural del ser masculino tiene como punto importante el tener bajo control todas las emociones y sentimientos hacia sí mismo, los demás y las situaciones en general por lo que desarrollan un espacio emocional más limitado y menos flexible que las mujeres, y llegan a confundir sus emociones con las expectativas que su grupo social tiene para con ellos. Los afectos son creados socialmente, a diferencia de las emociones que son respuestas internas a los estímulos externos que nos provocan tanto personas como situaciones, y los varones, con frecuencia confunden sus afectos (expectativas sociales) con sus necesidades y sus emociones (internas) y por lo tanto lo expone a una vulnerabilidad porque desconoce que pasa consigo mismo y se guía por las expectativas sociales más que por su propio convencimiento. 



COMENTARIOS

En el camino hacia la igualdad, es fundamental terminar con la separación de los dos espacios en masculinos y femeninos, y con los desequilibrios entre los géneros en la vida diaria. Se debe aprender a vivir sobre una base de igualdad y ese aprendizaje debe comenzar a partir del nacimiento. Se hace necesario un cuestionamiento profundo que lleve a una transformación del espacio social, al mismo tiempo que se discutan las condiciones que favorecerían una inserción más igualitaria del hombre en el espacio privado. Para que estos cambios ocurran, los hombres tienen que llegar a entender que las normas actuales que aparentemente les dan las ventajas del poder, al mismo tiempo los hacen prisioneros de estereotipos que los atan y ahogan en una camisa de fuerza artificialmente construida por la cultura patriarcal.
Lo que hemos discutido hasta aquí, no ha tenido la pretensión de decir la última palabra sino de contribuir constructivamente en los esfuerzos para alcanzar una sociedad en que el sexo biológico de la mitad de los seres humanos no sea más un motivo de discriminación.


VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia es aquella conducta que se realiza de manera consciente y adrede para generar algún tipo de daño a la víctima. Con origen en el latín violentĭa, la violencia puede buscar dañar física o emocionalmente.

Género, por su parte, es un concepto con varios usos. En esta oportunidad nos interesa destacar su significado como el grupo de seres que comparten ciertas características.
La violencia de género, por lo tanto, es la ejercida de un sexo hacia otro. La noción, por lo general, nombra a la violencia contra la mujer (es decir, los casos en los que la víctima pertenece al género femenino). En este sentido, también se utilizan las nociones de violencia domésticaviolencia de pareja y violencia machista.

En concreto podemos establecer que existen tres tipos claramente diferenciados de lo que es la violencia de género. Así, en primer lugar, se encuentra la llamada violencia física que es aquella en la que la mujer es víctima de malos tratos que dejan huellas en su aspecto. Este sería el caso de golpes, empujones, patadas, mordiscos o todos aquellos que son causados por el agresor al hacer uso de sus manos o de objetos como pueden ser armas blancas.

En segundo lugar, está la conocida como violencia de género psicológica. Esta es la que tiene lugar cuando el hombre ataca a la mujer mediante insultos, humillaciones, desprecios o amenazas. De esta manera, la víctima es fruto de una manipulación que se traduce en que ella se sienta despreciada, indefensa e incluso culpable de las reacciones de su pareja.
En este sentido, hay que exponer que dentro de este tipo de violencia no física podemos encontrar a su vez dos clases claramente diferenciadas. Así, está la económica que es aquella que se caracteriza porque el hombre intenta que la fémina no tenga acceso al trabajo o al dinero familiar para que así dependa de él. Y luego está la social que es la que utiliza el agresor para que su víctima se aísle de su entorno y no tenga contactos con nadie que pueda abrirle los ojos y ver la situación en la que se encuentra.

En tercer lugar, además de la violencia de género física y psicológica, está la sexual. En este caso, el hombre utiliza la coacción o a la amenaza para establecer relaciones sexuales no deseadas por la mujer.

Cabe destacar que, en muchas ocasiones, los casos de violencia familiar no suelen ser denunciados ya que la víctima puede estar atemorizada por convivir con alguien violento o incluso puede sentir vergüenza por la situación.

La violencia de género, de todas formas, incluiría en su sentido más amplio al maltrato físico y emocional que una mujer puede desplegar contra un hombre. La idea, en cambio, no contemplaría los comportamientos violentos entre personas del mismo sexo.

Como la violencia contra la mujer es un problema histórico y cultural, ciertas legislaciones contemplan una discriminación positiva respecto a este género, ya que se la protege sobre el hombre. Hay casos donde, incluso, la violencia que ejerce una mujer sobre un hombre no es delito.
En 1999, la Asamblea General de las ONU declaró al 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha recuerda el asesinato de las hermanas Mirabal, tres activistas dominicanas.